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17/1/12

Poema de Sonia Quevedo


SILENCIOSAMENTE

Se detuvo el silencio al verlos pasar por puertas sucias y zaguanes oscuros
Se aquietó el aire para olvidar a la lluvia y,
giró sin prisa su desgonzado cuello para ocultar la tristeza.
En secreto oró al tropezar y esquivar cada cuerpo destrozado.
Lloró por los blanquecinos rostros yertos… fríos e inexpresivos al sentir,
El detenerse del silencio ante la esquiva clemencia.
Vio luego el lerdo marcharse de la amargura por entre peñascos y ríos
Con su carga atiborrada, de fuerte púrpura.


© Sonia Quevedo
Foto: Gustavo Tisocco

4 comentarios:

  1. Querida Sonia, tu poesía (fuerte, certera), nos trae a la memoria más de una masacre silenciosa, de abusos, limpiezas étnicas, guerras de carteles, y tráfico de vidas, donde señorea la muerte... tal vez nuestra única esperanza está puesta en la poesía que denuncia.

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  2. Gracias querido Ricardo por tus palabras certeras.

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  3. Fuerte denuncia en un poema que se las trae

    desde graciela abrazo

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  4. No me queda màs que unirme al comentario de Ricardo. Quizás sea ella, la poesía, la ùnica sobreviviente de estos designios.

    Gracias Sonia. Un fuerte abrazo.

    Andrea

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