Nocturno Hindú
Alguien llora
mientras escribo este poema
No es el rumor del agua
ni el viento entre las hojas
una rama en el río a la deriva
Y el poema pregunta y pregunta
la dulce lámpara encendida
pero sé de la luz que se apaga
Alguien llora
y nada deja de suceder
una rama en el río a la deriva
© Marta Braier
Foto: Gustavo Tisocco
Qué hermosa arte poética, "alguien llora y nada deja de suceder".
ResponderEliminarFelicitaciones
Andrea
cada uno de nosotros, nos suceden cosas. Y a pesar de ello, - nada deja de suceder -
ResponderEliminarTan verídico!!!
Así se va perdiendo el brillo de los ojos también.
Mi abrazo
Qué bello en su sutileza!. Todos somos, en parte, "una rama en el río a la deriva",un llanto que no detiene el devenir del mundo.
ResponderEliminarTal vez lo que nos salva sea que haya en nosotros un poema que pregunte y pregunte por ese llanto, que no lo confunda con el rumor del agua o el viento, que sepa de la luz que inevitablemente se apaga, tanto como de la "dulce lámpara" que deberá mantener encendida.
Me gustó mucho.
Un abrazo
Amalia Zacoutegui
¡Qué buen poema, Marta! Me conmovió con su diáfano fluir. Gracias.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
Muy bello, una rama en el río a la deriva, eso es un poema. Me encantó!
ResponderEliminarUn abrazo, Marta
Silvia Rodriguez Ares
Marta me conmovió totalmente. El último verso, puede ser todo el poema, es una hermosísima imagen. Gracias. Un beso. Sonia Del Papa Ferraro.-
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