Ineluctable.
Como antiguos atardeceres,
estás.
Torrente de sangre
surges desde el misterio
hasta el infinito.
Hechiza tu inédita voz.
Me miras como al pasado
que sostiene la vida.
Risa de caracolas incrustadas en la playa.
Tus ojos,
mar de paredes oscuras,
turbulencia,
celos de mi infancia.
© María Elena Tolosa
Foto: Gustavo Tisocco
¡Que hermosa conjunción de imágenes sensoriales y profundidad de significados, María Elena!
ResponderEliminarAplausos, bises y besos
María Rosa León
Imágenes y algo misterioso que ronda y no se dice. Y esa ola de misterio que se nos aproxima. Un abrazo.
ResponderEliminarLily Chavez
está, y estará siempre, maría elena: esa parte tuya, tan tu vida. el poema es recurrente de esa parte, tanto duele todavía, pero también es una obra poética impecable. abracito. susana zazzetti.
ResponderEliminarInescrutables somos, como inescrutables las palabras de tu canto, un torrente de sangre que aviva.
ResponderEliminarFelicidades
David Rosales
María Elena, la nostalgia de la infancia en las bellas imágenes de tu decir cargado de delicadeza y sensibilidad.
ResponderEliminarUn gran abrazo,
Juany Rojas
Para empezar, me sorprendió la sangría a la derecha, algo raro que me encantó. Y el poema en sí, me impactó desde su fuerza y desde su belleza. Gracias.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
Te conozco hoy en la profundidad de tu mar!
ResponderEliminarprofundo
ResponderEliminarsensible
llega
desde graciela abrazo
Me gusto leerte, es un bello poema.
ResponderEliminarPatricia Corrales
Un verdadero placer leerte María Elena, hermoso poema con imágenes muy logradas. Felicitaciones y un beso de Alicia Cora.
ResponderEliminarOriginal la sangría.
ResponderEliminarInescrutables misterios.
Profundidad y belleza en el decir.
Maria Cristina FErvier
Excelente imagen para tan bello poema, pleno de atardeceres marinos, misterio y silenciosas nostalgias
ResponderEliminarFelicidades
Ignacio Giancaspro
Cuántos veros que invitan al vuelo sin pasaje de vuelta!!
ResponderEliminarBella imagen, sin duda.
Cariños