Poema de Liliana Díaz Mindurry
CRISTO MUERTO
de Hans Holbein el joven
Había una vez, hubo una vez o no hubo nunca. No debo decir el caos.
Había una vez un lastimado,
se oye su muerte en todas partes,
en todas partes.
No ángeles de la guarda, no estampas, no luces, ningún contorno,
las horas del lastimado son eternas.
No luces.
Se puso toda la muerte en el cuerpo,
toda la muerte,
no ángeles,
las horas del lastimado
del muerto, del clavado a todos los cuerpos
crecen como serpientes. No debo decir el caos.
No luces, no ángeles:
los salmos se le duermen en la frente, debajo de las cejas y en la garganta.
Agitaba la eternidad como si fuera una mezcla.
Gatos negros y azules, palabras como gatos negros y azules se volcaban en /todos los caminos,
llevaba sus pobres milagros pequeños, el agua tibia de las frases goteando,
liviano como un dedo,
transparente.
No era un hombre.
No era una caja con forma de hombre.
Dulcemente su amor
se comía las cosas, brillaba en la saliva, se encendía en los costados de la boca.
Porque no es cierto que sí y no es cierto que no.
Le sacaron cualquier forma de la alegría
el brillo de la noche le enredó ese cuerpo que no gozaron las mujeres.
La luna como un lobo le mordió el vientre y le dobló la espalda.
Esperaba los clavos como fauces.
Los gatos se incendiaron.
Despacito se le aguaron los ojos.
No habría cielos empapelados de celeste
y crecerían las horas
los perros de las horas.
No habría más adentro ni afuera, ni aquí ni allá, ni latitud ni longitud.
Nadie cura la demencia,
... ningún paraíso. El deseo no corrige la forma de las cosas.
........ Dar órdenes no es lograr el resplandor.
Las cosas quieren salirse de sí, poner la mirada en blanco.
Es tan simple no estar.
Las horas del lastimado son eternas. Es eterno el perfume.
Es una negra música,
una ternura
...... como una negra música.
En las estrellas se salieron los gatos,
las palabras como gatos
resucitaron.
El deseo no corrige el mundo.
Gloria al deseo.
© Liliana Díaz Mindurry
Foto: Gustavo Tisocco
7 comentarios:
David Antonio Sorbille dijo...
Querida Liliana: también es eterno el perfume de tu Arte. Genial poema. Un abrazo
Liliana
"Se puso toda la muerte en el cuerpo" creo que resume tu hermoso poema, siempre diferente...siempre conmovedor!!!!
Tengo muy buenos recuerdos que cosas que hemos compartido
Con todo mi cariño
Graciela Licciardi
Liliana, admiro tu poema que habla de una realidad que llevamos tosos pegadas, misteriosa. Hay un verso magistral en tu texto:"Porque no es cierto que sí, porque no es cierto que no". Se oye su muerte por todas partes, porque por todos lados mueren inocentes. Su vida, su palabra es para mí más alta y difícil que las gestas épicas. Pero eso no lo decís vos.
Hablás del amor dulce.
Nadie cura ni curaría después la demencia de ser santo.
Un abrazo y un gran respeto por tu poema.
Isabel Llorca Bosco
Destacable tu poema, profundo, doloroso y sentido.
Un cariño
Usted sí que sabe lo que es poesía, señora. Ah!...y que fuerte el remate. Gracias....
Un poema pleno de genialidades. Metáforas amplias, sorprendentes, por ejemplo los gatos en un tema que generalmente no los contiene. Un ritmo vigoroso que ayuda a que el texto sea la maravilla que es. Y un remate admirable. Estupendo, Liliana.
Jorge Luis Estrella
Es un poema que cala muy hondo, lleno de imágenes bellas y contundentes. Un poema para atesorar.Gracias, Liliana.
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