¿goce en que la luz se apague?
¿en que el escalofrío cese
su intemperie de esplendor y carne?
una víscera yerta allí en su seno
tejía telarañas en los oros del aire
canta el zorzal allá en los árboles
y el vacío de una nota
hace reino en la tarde
© Carlos Alberto Roldán
Foto: Gustavo Tisocco
LA VIDA TIENE SUS SECRETOS Y TAMBIÉN SU INCERTIDUMBRE...
ResponderEliminarMALROUX DECÍA QUE LA VIDA MERECE VIVIRSE... COMO UNA AVENTURA ... LA MÁS BELLA!...
GRACIAS POR ESTAR!
LIDIACC.
Querido Carlos, no me gusta el canto del zorzal pero, milagrosamente, tu poema me encantó, me llegó pleno de belleza y una manera personal de decir. Gracias.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
"Yel vacío de una nota/hace reino en la tarde" ¡Que bello final! Hermosa poesía.
ResponderEliminarBello y misterioso, como misterioso es el color de esa ilustración de tarde y vacío. Carlos, muy especiales los últimos versos.
ResponderEliminarSaludos
Isabel Llorca Bosco
Diría que me llevaré un zorzal conmigo, ese zorzal cualquiera que ya antes de la primera luz del día daba su canto en Ciudad Jardín, hace unos cuantos años. Que cuando ya partía hacia alguna escuela seguía cantando, con un dejo terriblemente triste, pero bello. Gracias, amigos...
ResponderEliminar"EL VACÍO DE UNA NOTA HACE REINO EN LA CARNE"¡BUENÍSIMO!
ResponderEliminarAnahí Duzevich Bezoz
¡Hermoso viaje hacia el reino de la tarde, Carlos!
ResponderEliminarAplausos, bises y un gran abrazo
María Rosa León
un poema muy especial que provoca meláncolia en el canto misterioso de un pájaro
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Imágenes novedosas, de la mano de tu poética y tu maestría.
ResponderEliminarTe felicito
Susana Giraudo
Hola Carlos!
ResponderEliminarTrabajo muy cerca de Ciudad Jardín, en El Palomar, conocés el Colegio Emaús?
Escuché tus zorzales...También los tengo en mi jardín... y como en tu bello poema llenan de oro el aire!
Un abrazo
Montse Bertrán
Suelen despertarme (o mejor, acompañar mi insomnio) los zorzales.
ResponderEliminarTexto elaborado y sugestivo.
Bien, amigo...
Claudio Simiz
Notable siempre la afinación e intensidad estilística, el trabajo con la palabra sentida, pensada; las imágenes, el oficio aguzado. Cada poema de Roldán es un mester de orfebrería; una experiencia fulgente, extrema. Rubén Vedovaldi
ResponderEliminarEl vacío que se completa con tus versos. Un lujo!!!
ResponderEliminarCariños
Carlos ... un delicioso airecito zen sopla en los vacíos y en los trinos de este poema y ... hasta en la foto de Gus !!! ...
ResponderEliminarun abrazo
Lía Miersch