RETRATOS
Me quitaron tus manos que nunca me dejaron caer
la austeridad circular y perfecta de tus pies
cuando dormía...
La avena de tus pechos que siempre mordí a mi manera
el cobre frío de la noche que vestía de signos ilegibles
los huesos curvos de tus rodillas
el humus de tus cabellos cortos
que cubrió de polvo dorado el ataúd de tus abuelos
los gusanos corpulentos del aburrimiento
junto a las ruedas rotas e hinchadas
de mis tobillos...
Por esto te digo: es veneno
el tiempo desperdiciado sin caminar a tu lado
descalzo, sobre las avenidas sin habitantes
de tus caderas
que no tienen miedo
ni espinas que puedan rasgar la punta
sin punta de mi carne
habitada de pájaros negros que comen semillas
de agua, sobre el hielo amarillo de este poema
que para mí, es otro más
de tus retratos...
© ALVARO BALTAZAR CHANONA YZA
Foto: Gustavo Tisocco
Buenísimo Álvaro...me gustó mucho tu poema.
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Borgogno
Realmente un poema de amor profundo muy bien logrado
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Hermoso poema, Alvaro!.Un retrato de un profundo amor y un desgarro plenamente vivo "...es veneno el tiempo desperdiciado sin caminar a tu lado descalzo...". Tiempo de sentir la ausencia hasta los huesos y que los "pájaron negros" intenten el difícil vuelo de acercarla a las palabras. Hermoso!
ResponderEliminarUn abrazo
Amalia Zacoutegui
Hola Älvaro: La fuerza acogedora de"tus manos que nunca me dejaron caer" contrasta con "el hielo amarillo de este poema", donde el desamparo, la pérdida enorme, ese ataúd que fuera de los abuelos , nos llevan a un territorio dolorosísimo.La foto de Gustavo , la del río solo, lo refleja. Un gran poema inspirado por una terrible experiencia, creo la más dolorosa que puede vivir una persona, la de la pérdida de su compañero/a. Saludos poéticos Irene Marks
ResponderEliminarCuando existen estos amores, no alcanza la vida para escribir sobre él.
ResponderEliminarPocas personas saben amar, mas de las que imaginas.
Puedes sentirte rico, distinguido, célebre por haber contado con él y vivirlo intensamente. Nada muere, todo se transforma.
Sigue escribiendo, hay mucho dentro tuyo seguramente.
Deja el mejor legado que puedes dejar: el haber amado y seguir haciéndolo.
Mis respetos