Piedad
Y estos árboles
creyeron que el color
los salvaría de las dudas
que mi lápiz
taparía las carencias
con madera nueva.
Hoy muestran su esqueleto de papel
a los artistas y a los dioses
imploran al viento
que amaine
y a la mano que dibuja este jardín
un trazo de piedad.
© Silvia Rodríguez Ares
Pintura: Cristina Chaca
un trazo de piedad... bellísimo. Gracias por compartir.. quizás todos busquemos eso en el fondo.
ResponderEliminarPoema y pintura fusionan bellamente!
ResponderEliminarSilvia: tu poesía realmente, me impacto, me conmovió de verdad!!
ResponderEliminarNo sólo porque es PRECIOSA!! sino por no podías haber hecho una mejor interpretación de aquello que sucede "bajo el trazo", para el caso, el mío propio.
Te agradezco cada uno de tus versos, y la profundidad de tu "mirada" a estos queridos "árboles" míos...
Precioso poema que me honra!
Mi abrazo y gratitud!!
A vos Gustavo, querido amigo, GRACIAS por ofrecerle a " mis árboles" esta tierra tan fértil y exquisita como lo es el territorio de la Poesía!
ResponderEliminarUn abrazo con todo mi cariño y el gran respeto que te tengo como Poeta y por sobretodo las cosas, la persona que sos !!
Gracias!!
David Antonio Sorbille dijo...
ResponderEliminarHermoso poema, Silvia. Te felicito.
Gracias, amigos, por sus comentarios!
ResponderEliminarCris, me alegro mucho de que te haya gustado mi poema, traté de poner en palabras lo que me trasmitieron esos árboles, tu dibujo me llegó y conmovió mucho.
Un abrazo, y bendiciones para todos en este nuevo año!!
Silvia
Mucha frescura en el poema y en el cuadro, una inocencia que se corresponde muy bien con la pureza de la creación, sobre todo cuando se habla por los árboles y se implora que el trazo sea benigno, que el viento amaine. Un poema y un cuadro para tener en la pared, en casa, para que su soplo benigno nos llene de una energía primigenia. Logradísimo Irene Marks
ResponderEliminarMucha frescura en el poema y en el cuadro, una inocencia que se corresponde muy bien con la pureza de la creación, sobre todo cuando se habla por los árboles y se implora que el trazo sea benigno, que el viento amaine. Un poema y un cuadro para tener en la pared, en casa, para que su soplo benigno nos llene de una energía primigenia. Logradísimo Irene Marks
ResponderEliminarMucha frescura en el poema y en el cuadro, una inocencia que se corresponde muy bien con la pureza de la creación, sobre todo cuando se habla por los árboles y se implora que el trazo sea benigno, que el viento amaine. Un poema y un cuadro para tener en la pared, en casa, para que su soplo benigno nos llene de una energía primigenia. Logradísimo Irene Marks
ResponderEliminarMucha frescura en el poema y en el cuadro, una inocencia que se corresponde muy bien con la pureza de la creación, sobre todo cuando se habla por los árboles y se implora que el trazo sea benigno, que el viento amaine. Un poema y un cuadro para tener en la pared, en casa, para que su soplo benigno nos llene de una energía primigenia. Logradísimo Irene Marks
ResponderEliminarMaravilloso "esqueleto de papel", estructura con la sobriedad y la desnudez propia de tu poesía.
ResponderEliminarInfrecuente llamamiento a la piedad, que no es lo mismo que lástima. Felicidades, Silvia.
Un abrazo
Isabel Lloex Bosco