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10/12/11
Poema consigna de Liliana Lapadula
LEONARDO, EL ARTÍFICE
“La belleza es verdad; la verdad, belleza. Esto es todo lo que sabes sobre la tierra
y todo lo que necesitas saber”
John Keats
Matices de la luz
rostros dulcificados
por el óleo que amalgama
el genio entre sus dedos.
El sol mece los contornos
mientras el Niño con su mano
extendida al cielo
señala la promesa
(prefiguración de lo que ha de venir).
Ana y María
se funden en los pliegues
de la quietud
y el Bautista, presagio del agua
ignora el destino del Maestro.
Suaves veladuras en las formas
dinamismo, vapor, sfumato
tríada del movimiento.
Belleza femenina
contrapposto da Vinci
en el misterio, la resurrección
o la quimera.
© Liliana Lapadula
Pintura: Leonardo da Vinci
El ojo del poeta que todo lo encuentra y casi nada se le escapa Muy muy bueno el resultado de la consigna, leyéndolos a todos ¡Me sorprenden!
ResponderEliminarLiliana
ResponderEliminartu poema es un sagrado texto que en estas fechas llega muy profundo al corazón. La imagen bella lo intensifica en su concepto y el poema es más que un homenaje a Leonardo, es un viaje hacia lo más hondo del alma del lector. Muchas gracias.
Eduardo Chaves
Leonardo da Vinci
ResponderEliminarArtista, pensador e investigador italiano que, por su insaciable curiosidad y su genio polifacético, representa el modelo más acabado del hombre del Renacimiento (Vinci, Toscana, 1452 - Amboise, Turena, 1519)
Leonardo se formó como artista en Florencia, en el taller de Andrea Verrochio; pero gran parte de su carrera se desarrolló en otras ciudades italianas como Milán (en donde permaneció entre 1489 y 1499).
La obra pictórica de Leonardo da Vinci le ha hecho destacar como un personaje cumbre en la historia del arte, debido a una veintena de cuadros conservados. Entre ellos se destacan: La Gioconda o Mona Lisa, La Anunciación, La Virgen de las Rocas, La Santa Cena, La Virgen y Santa Ana, La Adoración de los Magos, el Retrato de Ginebra Benzi. Son composiciones muy estudiadas, basadas en la perfección del dibujo y con un cierto halo de misterio, en las que la gradación del color contribuye a completar el efecto de la perspectiva; en ellas introdujo la técnica del sfumato, que consistía en prescindir de los contornos nítidos de la pintura del «Quattrocento» y difuminar los perfiles envolviendo las figuras en una especie de neblina característica. El propio Leonardo teorizó su concepción del arte pictórico como «imitación de la naturaleza» en un Tratado de pintura que sólo sería publicado en el siglo XVII.
Interesado por todas las ramas del saber y por todos los aspectos de la vida, los apuntes que dejó Leonardo (escritos de derecha a izquierda y salpicados de dibujos) contienen también incursiones en otros terrenos artísticos, como la música (en la que destacó tocando la lira) o la literatura. Según su criterio no debía existir separación entre el arte y la ciencia, como no la hubo en sus investigaciones, dirigidas de forma preferente hacia temas como la anatomía humana (avanzando en el conocimiento de los músculos, el ojo o la circulación de la sangre), la zoología (con especial atención a los mecanismos de vuelo de aves e insectos), la geología (con certeras observaciones sobre el origen de los fósiles), la astronomía (terreno en el que se anticipó a Galileo al defender que la Tierra era sólo un planeta del Sistema Solar), la física o la ingeniería.
Gracias Milagros por tu comentario. Abrazo. Liliana Lapadula
ResponderEliminarGracias Eduardo por tu generoso comentario. Sin duda, en estas fechas, es bueno levantar nuestros ojos y mirar al cielo.
ResponderEliminarUn abrazo. Liliana Lapadula
Gracias Eduardo por tu generoso comentario. Sin duda, en estas fechas, es bueno levantar nuestros ojos y mirar al cielo.
ResponderEliminarUn abrazo. Liliana Lapadula
Querida Lily,
ResponderEliminargracias por compartir este poema,
rescatar el pensamiento de Keats, su verdad; profundizar en la magia del genio de Leonardo,y concluir con acierto en el misterio de la sagrada Epifanía.
Muy bueno, felicitaciones.
Cariños
Elisa Dejistani
Liliana hermosa interpretación de esta mística pintura. Un toque del ensueño deslizado por la pluma. Abrazos. Antonio.
ResponderEliminarQuerida Liliana: una maravilla lo que has interpretado de la magia de Leonardo y la magia que nos regalas, muy logrado, como dice Eduardo llega al Alma, un besote, María Chapp
ResponderEliminarSí que lo resolviste Liliana!
ResponderEliminarHermoso Keats! la verdad es belleza y la belleza es verdad, una es antípoda de la otra y viceversa.
Tu poema tiene los colores justos, se amalgama con Leonardo para celebrar con él el Nacimiento de Jesús,
Un abrazo
Montse Bertrán
Querida Lili: Qué poema bien resuelto en lo formal poético y en el contenido de lo formal pictórico ya que alude (velada y sutilmente) a las estrategias y desliza la mirada por la composición de un modo muy sugerente. Besos Maju
ResponderEliminarQuerida LILIANA, te doste im toe,`p `pero el resultado ha sido excelente. Esa "tríada del movimiento", esa dulzura de los rostros angélicoa, aunque sean algunos más que ángeles. Sabrás que este cuadro lo analizó Freud por las dos madres de Leonardo y no faltó el que dijera que el pintor coloca a Juan en un lugar de privilegio oirqye pertenecía a una secta que consideraba que el Bautista era el Mesías. Sin embargo, él dijo que bautizaría con agua pero que el que venídría después de él, bautizaría con fuego.
ResponderEliminarLiliana, brilla el conocimiento poético y el pictórico