Poema consigna de Liliana Díaz Mindurry
Mujer
Conocedora de todos los abandonos concebibles,
cortaba el aire
su grito pequeño, desde ningún silencio
ínfimo,
perfecto,
su voz imposible como cáscara de nuez donde dormían trinidades, vírgenes, santos, profetas, líderes, mártires,
donde ni Dios era nada,
podía no existir,
dejar el sinsentido.
Buscaba algo enorme, sin nombre, una piedra escondida en los ojos,
una piedra escondida en sus libros, cuadros, sinfonías, monumentos,
tragedias.
Los ojos líquidos se arrojaban de la más alta escalera,
Dios se escondía de tanta novedad en el agua de su /boca,
sin saber qué hacer
con ella.
Ninguna mujer salida de un cuadro
habla,
no hace falta.
En su silencio
en su sonrisa
sin malentendidos
custodia la torpe soledad
del universo
© LILIANA DIAZ MINDURRY
Pintura: Ricardo Andres Salinas Tello
Etiquetas: Liliana Díaz Mindurry
3 comentarios:
Genial el cierre, un placer leerte.
"ninguna mujer salida de un cuadro habla, no hace falta"
seguramente no hace falta ;)
Muy bueno!
David Antonio Sorbille dijo...
Querida Liliana: tu poema es magistral. Te felicito. Un abrazo.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio