3/12/11

Poema consigna de Lía Miersch



Los olmos muertos
de pie en el camposanto
No habrá responso


© Lía Miersch
Pintura: Caspar David Friedrich

11 comentarios:

Blogger Mónica Angelino ha dicho...

Tus haikus, Lia, siempre dejan un filamento por donde se desliza la magia.

Besosssssss

3 de diciembre de 2011, 11:29  
Anonymous milagros rodriguez ha dicho...

Estremecedor el cuadro ,estremecedor el poema!

3 de diciembre de 2011, 12:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Increíblemente bello en una trasposición estética perfecta, Lía.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

3 de diciembre de 2011, 16:11  
Blogger Isabel ha dicho...

Desolador el cuadro y el haiku de una desoladora belleza.
Un abrazo
Isabel Llorca Bosco

3 de diciembre de 2011, 23:54  
Anonymous angel rizzano ha dicho...

LIA como en la Vida,a veces nos

toca cruzar pasillos oscuros¡QUE

LUGAR! que desolacion,soledad;se

expresa en Tu /no habra responso/

sutil simbolo poetico del drama,

ausencia absoluta de humanidad de

Vida de historia UN ABRAZO Angel

4 de diciembre de 2011, 8:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

... cuando recibí la consigna, ni siquiera miré el nombre del pintor para que nada me distrajera de la pura contemplación de la imagen ... de los siete u ocho haiku que escribí, éste es el único que se salvó del papelero (!!!) ... recién después de enviárselo a Gus miré quién era el pintor: desconocido para mí ... buscando datos sobre su vida descubrí con SORPRESA que pasó gran parte de su vida y murió en Dresden, la ciudad donde nació mi abuelo Miersch
muchas gracias por los comentarios
mañana, con un poco más de tiempo, vuelvo con más Friedrich
un abrazo
Lía

5 de diciembre de 2011, 1:21  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

Algunas veces, la más de las veces, la vida copia al arte y esa pintura estaba buscando las palabras exactas que la describiera... las encontró, sin dudas.

5 de diciembre de 2011, 10:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

MUY BELLO, Lía!. Me conmovió y me dejó reflexionando.Sin duda, la desolación está presente en la pintura y en tu poema. Sin embargo, me pregunto por ese "muertos de pie", si ese modo de morir puede ser pasado por alto, si se pueden homologar las distintas formas de morir.Me parece que no, que ese "morir de pie" puede ser leído como morir después de haber honrado la singularidad que nos habita, después de haber puesto en juego lo que llevábamos en el alma.Deseo pensarlo así.Desde este punto de vista, los "árboles" no han muerto sin responso.La poesía está allí, como un abrazo, como una oración, para no dejarlos tan solos.Un abrazo!
Amalia Zacoutegui

7 de diciembre de 2011, 11:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Nunca un haiku me dejó pensando tan a full como éste. La imagen es inpresionante y magnífica y el poema abre la cabeza a distintas posibilidades y ya Amalia nos dio a conocer la suya. Cuando termine de pensar escribiré un libro con lo pensado. Aproximadamente 200 páginas. Un placer, Lía, haber estado con vos el martes gracias a la magia de Gus.

Jorge Luis Estrella

8 de diciembre de 2011, 20:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

gracias, Amalia !!! ... gracias Jorge !!! ... también para mí fue un placer conocerlos y compartir el pan y la poesía ...
volviendo a los comentarios, que agradezco mucho, algo que siempre me ha fascinado del haiku es que está abierto a tantas interpretaciones como lectores y lecturas ... un poemita de nada se multiplica hasta el infinito (no por nada mi juguete favorito fue, es y será el caleidoscopio !!!) ... y en esa celda de palabras mi libertad no tiene límtes !!!
un abrazo
Lía

11 de diciembre de 2011, 18:58  
Anonymous Anónimo ha dicho...

El pintor alemán Kaspar David Friedrich (1774 - 1840)estudió en la Academia de Arte de Copenhagen. En 1798 se trasladó a Dresden donde residió hasta su muerte. Allí desarrolló las características de su estilo y fue la figura central del grupo de pintores románticos.

Friedrich fue esencialmente un paisajista; pero sus paisajes no representan lugares reales con una fuerte proyección emotiva del artista como era de estilo en la época, sino que están compuestos a partir de bocetos tomados en distintos lugares y "editados" para crear atmósferas casi oníricas de gran intensidad donde campean la muerte y la desolación (imaginemos hoy al joven Kaspar con una compu !!!). Otra característica, muy criticada en su tiempo, fue ubicar algunas escenas en la cima de un monte sin otra perspectiva del paisaje, lo que provoca una angustiosa sensación de aislamiento y de un abismo insondable al acecho.

Desde este lugar del tiempo podríamos pensar que a Friedrich lo aquejaban el spleen de la era romántica o una depresión incurable. Lo que sabemos es que su pintura era una expresión de protesta contra la expansión napoleónica. En los territorios dominados se imponían usos y costumbres, como la "moda imperio": pantalones blancos ajustadísimos para los hombres; talle alto y faldas rectas, escotes pronunciados, telas vaporosas, fichu (mantoncito francés), peinados recogidos y tiaras al estilo romano para las mujeres. En las pinturas de Friedrich, que son símbolos de la situación política de la época y de sus posibles desenlaces, aparecen esporádicamente algunas figuras humanas solitarias, ensimismadas y, siempre, de espaldas al observador. Todas visten el austero traje alemán típico de la época: levitón y pantalones negros para los hombres; cuellos altos, faldas amplias con poco vuelo, telas pesadas de colores sobrios,cabellos recogidos con sencillez, para las mujeres.(*)

Como suele suceder, Friedrich fue poco reconocido en su tiempo y casi totalmente olvidado después de su muerte, hasta que fue redescubierto a comienzos del siglo XX (tal vez porque sin darse cuenta caminó por la cornisa del surrealismo y de otros ismos modernos !!!)

"Orilla del mar a la luz de la luna", Cementerio del claustro en la nieve", "Dos hombres mirando la luna", entre otros

auf wiedersehen
Lía

(*) la modelo para las figuras femeninas fue siempre su esposa

14 de diciembre de 2011, 3:31  

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