Páginas

4/12/11

Poema consigna de Graciela Wencelblat


Atrapada la cabeza
entre manteles y repasadores
nadie reconoce que todavía
la cabeza de la mujer respira.
Sus pensamientos aparecen como
lápices sin punta su boca
con un grito interminable.
Entre tanta confusión
la vida se va apagando.
Fantasmas con guadañas
se preparan para cortar su dolor.



© Graciela Wencelblat
Pintura: Raúl Alonso

16 comentarios:

  1. oscuridad y transparencia. la respiración, como la palabra: salva. impecable. susana zazzetti.

    ResponderEliminar
  2. Graciela Tu Poema me retrotrae a

    una cocina calabozo de la epoca

    de las Abuelas,algunas prisioneras

    de por "vida" de una mala "familia

    que solo la muerte liberaba,tuve

    una de mis Abuelas,Reyna por deci

    sion y Amores de la Cocina.UN

    ABRAZO Angel

    ResponderEliminar
  3. Doloroso y para pensar, como todos tus textos. Me gustan y me duelen.

    ResponderEliminar
  4. Hola Graciela:Tu poema muestra claramente cómo una mujer se queda sin voz, ahogada por repasadores, y sin posibilidad de expresión, con las salidas bloqueadas,en un callejón sin salida que resuelve metiendo la cabeza bajo las almohadas. En estas épocas de violencia de género y de cosificación de la mujer, es refrescante leer esta poesía, que nos advierte de los peligros de no pensar, de dejar que otros tomen las riendas de nuestra vida, en nombre de conceptos como "familia y unión" que cuando no son auténticos, terminan siendo un suplicio para las mujeres que son también muchas veces las que hacen prevalecer el modelgo machista. La falsa comodidad de las almohadas es también un paño de lágrimas para la mujer golpeada.Excelente y muy natural tu alegato, y muy acorde con la pintura Irene Marks

    ResponderEliminar
  5. ¡Bellísima tu pintura dentro de la pintura, Graciela! Y qué fuerza tiene tu voz al retratar las historias más vergonzantes de nuestra tierra.
    Aplausos, bises y besos
    María Rosa León

    ResponderEliminar
  6. Desolador y tan cierto. ¡Tanto!
    "Sus pensamientos aparecen como lápices sin punta". Certero.

    Un abrazo,

    Alicia Márquez

    ResponderEliminar
  7. Muy duro pero bellísimo sin lugar a dudas. Me gustó leerte Graciela. Beso de Alicia Cora.

    ResponderEliminar
  8. David Antonio Sorbille dijo...
    Querida Graciela: estupendo poema. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Excelente texto, Graciela. Duro y lúcido. Denuncia un crimen cotidiano, que la víctima y la sociedad consienten. Me fascinó eso de los lápices sin punta, símbolo de la imposibilidad de escribir-decir a la que quedó reducida la mujer, que no es más que su cabeza desesperada de asfixia. Buenísimo. Un beso grande. Adriana Maggio

    ResponderEliminar
  10. Qué bárbaro Gra!! Lo que provoca en el otro la imagen es siempre distinta y me sorprendías a medida que recorría la imagen y me llegaban tus palabras. Muy bueno lo de los lápices sin punta , toda esa parte es fantástica. Felices Fiestas!!! desde

    Lily Chavez

    ResponderEliminar
  11. Fuerte y profundo Graciela.
    Te felicito por la interpretación.
    Abrazo
    Alicia Borgogno

    ResponderEliminar
  12. Laberíntico y pleno de sugerencias,
    magnífico poema Grace, te felicito.
    Cariños

    Elisa Dejistani

    ResponderEliminar
  13. Cara Grace,
    un poema con diversas lecturas, sugerente y conmovedor, magnífico!
    un abrazo

    Elisa Dejistani

    ResponderEliminar
  14. Me deja un leve temblor persistente este poema.
    Abrazo
    Alicia Perrig

    ResponderEliminar
  15. Maravilloso; al igual que el pintor con su obra la batalla, muestran sus letras el poder de la imaginación y enorme sensibilidad que; al jugar con planos, columnas y laberintos, entrega una visón dolorosa y cierta de penosos sucesos de los pueblos.
    Impactante poema y obra pictórica perfectamente conjugados.

    “Nunca alza la voz de sus pinceles o sus lápices y posee su obra, planos, columnas y laberintos que hubiesen encantado a Borges”

    ResponderEliminar
  16. Ay, Graciela! Tu poema debiera ser la divisa de tantas y tantas mujeres! Merece un aplauso cerrado.
    Celina

    ResponderEliminar