El despertar de la criada
Comienzo a vestirme
de otra.
Me extingo
con la noche que se esfuma
en el pabilo apagado
de la vela.
El sol toca mi pecho,
me desnuda de mí, y enfría
el calor del sueño.
Empiezo a ocultarme
en otra,
de blanco delantal
y ropa oscura.
Me esperan
los zapatos del desaliento,
la inhóspita mansedumbre
de la que no es.
Me habito ajena
hasta la noche,
hasta recuperar
los besos de mi piel
entre las sábanas.
© Adriana Maggio
Pintura: Eduardo Sívori
Hola a todos. Creo que la sugerencia de Gustavo es muy acertada, así que aquí va una pequeña síntesis informativa sobre Sívori y su famoso cuadro:
ResponderEliminarEduardo Sívori es un pintor argentino nacido en Buenos Aires en 1847 y fallecido en 1918. Es uno de los plásticos más importantes de la llamada "Generación del 80", y se lo considera el iniciador y máximo exponente del realismo pictórico en la República Argentina.
Inició su carrera en París, de donde regresó en 1876. Ya establecido en Buenos Aires, estudió con José Arguyari, Francesco Romero y Ernesto Charton de Treville.
En 1882 regresó a París y tomó clases con Jean Paul Laurens. Luego se radicó definitivamente en Argentina, y se volcó paulatinamente a la temática del paisaje pampeano.
"El despertar de la criada" es un óleo sobre tela, de 198 x 131 cm, pintado en 1887. Es un notable trabajo caracterizado por el dibujo impecable y la paleta casi monocroma (características ambas de la primera etapa de producción pictórica del artista).
Un abrazo a todos. Adriana Maggio
Me habito ajena... bellísimo y cruel. Placer leerte
ResponderEliminarAdriana
ResponderEliminartremendo poema, lleno de una sombría belleza que deja una huella en el alma del lector. Muy bueno.
Eduardo Chaves
Querida Adriana: bellísimo poema sobre la alienación,la presentación social, máscara que todos usamos para proteger lo íntimo..muy logrado. Te extrañé en la fiesta de Gus!!! Besos, María Chapp
ResponderEliminarDavid Antonio Sorbille dijo...
ResponderEliminarExcelente poema, Adriana. Un abrazo.
¡Hola Adriana! En tu poema la piel toma su verdadera dimensión igualitaria, la de mostrar a las claras la falsedad de las divisiones que ha creado el hombre basàndose en lo material. Ese momento, donde la criada es joven, bella y se siente reina, sin las ropas impuestas de la servidumbre, ha sido captado magistralmente por tu poema y el cuadro de Eduardo Sìvori. Los disfruté muchísimo, y has sabido darles su verdadera dimensión, también como resultado de la investigación que hiciste sobre el pintor y el cuadro. ¡Gracias por lo que nos brindaste! Con cariño Irene Marks
ResponderEliminarHermoso poema, Adriana!Una hebra de dolor lo va recorriendo a medida que esa mujer se desdibuja en la realidad, en la cotidianeidad, en lo que se espera de ella, en "la inhóspita mansedumbre de la que no es". Un profundo desaliento, bellamente dicho!
ResponderEliminarUn abrazo!
Amalia Zacoutegui