Prosa de Elvira Alejandra Quintero
Él
UNA CERTEZA parte mi corazón y no se reduce. No sé hasta donde llegaré con esta obstinación.
Pues hubo días en que ya cansada de abordar la misma idea decidí dormir, dejándome llevar por un insoportable sueño largo y pesado, dejándome avasallar, dejando de ser yo, de ser yo, de ser lo que siempre he buscado en los espejos astillados de la noche.
Mas cuando busco la escritura no encuentro otra cosa que el poema. Y el poema es un estado del alma, sólo un estado, en el cual los hechos importan jamás por su consecuencia sino por el paisaje que dibujan ellos mismos mientras logran ser.
¡Es tan difícil ser...!
Mientras allá lejos la ciudad se debate en el drama de la miseria, de la desesperación, de la desesperanza, la ciudad de mi alma naufraga tanteando la sombra del amado perdido, el amado que dejó de serlo para buscar su historia en el otro lado del planeta. Junto a mujeres que desconozco, junto a hombres que hacen brillar sus pupilas grises, junto a niños que se aburren dejándose pasear en un carrito en el parque.
Ese es el amado que me dejó: el amado que entrechocaba sus manos aferrándose a sí mismo, temiendo herirme con las frases que le costaba tanto decir.
¿Cómo dejarme y no sentir dolor?
Cómo, después de habernos amado en alcobas escondidas, y en calles escondidas, y bajo árboles que valía la pena oler en sus flores violetas, ¡después de habernos restregado los cuerpos contra su tallo!
© Elvira Alejandra Quintero
2 comentarios:
Impresionante texto. Me superencantó. Gracias por esta maravilla, querida Alejandra.
Jorge Luis Estrella
ALEJANDRA Poema igual escrito des
de el corazon,con el sentimiento
vivo que luce en su sinceridad,mas
alla de las literaturas que se dis
traen en la forma,y llega,como si
fueras una Hija.Poem abierto a la
Vida,a tu entorno,que a pesar de
tu pena,no se agota en el dolor
personal.GRACIAS angel
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