Hablar poco
Se habló poco después de la muerte,
se respiró despacio,
caminamos por un pasillo de lajas,
vos fumabas y el humo era otro cuerpo
embolsando mi tapado.
Estaban los cortejos, gente más joven.
Le cantaban a Racing.
Algunos aplaudieron,
nosotros ni siquiera nos miramos.
Se habla poco después de la muerte.
Se escribe poco.
Un tiempo después, un día que no importa,
recibís un mensaje,
estás frente a tus papeles, ves los libros,
la bandeja del mate a tu derecha,
todas las fotografías en tu lóbulo frontal,
junto al agujero del derrame,
y ahí ves la cara de tu amigo,
limpia, enterita, como una caricia.
© Roxana Palacios
triste y bello, Marta
ResponderEliminarUn poco lo que nos pasa a todos después de una muerte. Y sí, tiene su carga de tristeza, de melancolía, pero no puede ser otra manera y está, tan bellamente dicho Roxi que te felicito. Abracito cordobés.
ResponderEliminarLily Chavez
Roxana, gracias por tan bello poema, me llegó muchísimo.
ResponderEliminarLa ausencia, lo más triste dicho con palabras tan hermosas.
Cariños
Andrea Pizzella
Roxana: tu poema no es sólo bellísimo y doloroso, sino que es, también, absolutamente cierto.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Alicia Márquez
Si Roxana, las muertes prematuras y, probablemente absurdas, te dejan sin palabras. Todo pierde sentido, los pésames y obituarios. Sólo nos quedan imagenes congeladas de efímera alegría.
ResponderEliminarel humo era otro cuerpo embolsando mi tapado, una gran imagen para un recuerdo tan triste que a su vez se hace presente en las palabras y es futuro.
ResponderEliminarsaludos poeta
patricia corrales
David Antonio Sorbille dijo...
ResponderEliminarQuerida Amiga: cuando alguien pregunta cómo se escribe con el alma, seguro puede encontrar la respuesta al leer tu poema. Un gran abrazo.
La muerte nos noquea a todos y a los que quedamos nos cuesta reaccionar. Hermoso poema que me retrotrajo (ya sin desesperación) a la muerte reciente de un ser querido.
ResponderEliminarCuando la muerte nos lleva lo que amamos solo el silencio nos da fuerzas , luego vienen las palbras, muy profundas las tuyas por cierto
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Un perfecta imagen, un punzante retrato, un poesía contundente como el dolor. Paolantonio
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