
OTRA SED
Ciertamente
cuando la Palabra no llega
un áspid nos devora
una legión de bruma
nos acecha
dejándonos desamparados.
Es entonces
el momento del reposo
de la sabia contemplación
para que el corazón arda
hasta consumir las sombras.
© Liliana Lapadula
Excelente poema Liliana. Lleva a la profundidad del espíritu, donde sí está La Palabra. Gracias por estas que has derramado en la poesía. Abrazo. Antonio.
ResponderEliminarEstupendo poema, Liliana.. Nunca un corazón ardió tan sabiamente para ofrecer desde el desamparo primero tamto resplandor.
ResponderEliminarIsabel Llorca Bosco
Me encantó tu poema, Liliana. Expresa la desolación por la palabra que no llega, y devela la estrategia para encontrarla. Muchas gracias. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarMe encantó Liliana, gracias!!
ResponderEliminarcuando la palabra se oculta ...
ResponderEliminarencontrarla es sentirse eterna y la búsqueda de lo que nos falta... aunque se encuentre escondida ...
está la esperanza!
gracias por compartir LIliana querida!
LIDIACC.
Lo increíble de la poesía es que, con palabras que han llegado y llegan, se puede hablar ¡y cómo! de las palabras que no llegan. Estupendo.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella