
POEMAS CON ÁRBOLES
V
¡Mistoles!
El gran abanico del sol
calcinaba el plumaje del monte
y la paloma salvaje
alta
melancólica
discurría en los dominios silenciosos de la iguana
¡Mistoles!
Entonces
los días eran un soplo de fiesta
un destino feliz
y nuestras risas
alegría
en el umbral de los adioses
¡Mistoles!
La siesta amarillea
y se desgaja lánguida
por el bosque de cielo verde
juega con el cuerpo de dioses
cautivos en osario de fragancias
mientras lejanas voluptuosidades
arden
sobre un lecho de drupas coloradas
© Leonardo Martínez
Una auténtica pincelada poética, Leonardo. Precioso el detallismo!
ResponderEliminarMe impactó lo mismo que a Eduardo, querido Leonardo.. es como si uno viera un cuadro. bellísimo
ResponderEliminarMucha nostalgia y un paisaje impecable
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Este canto a la naturaleza, es una joyita que se pueden enmarcar en el gènero conservacionista.
ResponderEliminarUna belleza!!. Gracias Leonardo.
Abrazos.
Andrea
¡Qué lindo! Es un enorme placer sumergirse en la naturaleza así, de la mano de un exquisito poema. Gracias.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
LA BELLEZA DE LA NATURALEZA Y LA BELLEZA DEL POETA!... ESTÁ TODO DICHO
ResponderEliminarPOEMA QUE ES UNA MARAVILLA!...
GRACIAS POR COMPARTIRLO ...
LIDIACC.