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2/11/11

Poema de Francisco X. Fernández Naval


SÍSIFO

Transportaste
la sombra
por la empinada corpulencia
del insomnio.

No había inocencia
en el dolor
sólo la perseverancia
de un pecado infinito.

Más allá de la ventana
cantaban los pájaros
y la mañana respiraba
la ecuación del otoño:
transportabas la pena
pero no la vencías.
Se afirmaba ella
en algún recóndito indicio
de esperanza,
como un enigma abisal
afirma su tentáculo
en una presa amarilla
e infrecuente.

Y tú,
consciente, temías
prescindir del corazón,
de la luz que en otro tiempo
alumbró las formas,
y descarnarte huérfano
en la condena de sal,
en la ínfima soledad
de un desierto de acólitos.

© Francisco Fernández Naval

4 comentarios:

  1. ¡Excelente este SÍsifo transpotador de penas!

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  2. Esos cuatro versos del inicio me encantaron...me llevaron por el resto del poema maravillada. Muy bueno Francisco.

    Lily Chavez

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  3. Maravilloso.
    Un placer leer estos versos.

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  4. Me encanto este poema
    besos myrtha

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