Soy el huésped que habita
las horas grises del reloj.
El enemigo acérrimo de los espejos
cuando me miro.
Un imán que sólo atrae puñales
y estiletes.
El verdugo que descalabra
la propia conciencia.
Quiero apartar de mí
toda sospecha.
Verme desde lejos. Sentir
que el enemigo se ha ido
manipulando los horizontes
de la muerte.
© Diego Trad
Espléndido poema sobre la persecución del doble.Te felicito. En esta dimensión, Diego,sólo vivís vos y el poder de tu palabra.
ResponderEliminarIsabel Llorca Bosco
BRAVO DIEGO !, UN POEMA DESGARRADO Y INTENSO , CON UN TOQUE EXISTENCIAL Y CON UN TRABAJO DE SÍNTESIS BIEN HECHO ,SALUDOS POETA
ResponderEliminarDiego, gracias por tenderme éste poema que reúne el tiempo, la muerte, la conciencia, en el deseo de alejar la sospecha. Gracias como siempre a Gustavo por su enorme labor,
ResponderEliminaralicia b. pastore,,,
Muchas por vuestros comentarios! Se los agradezco!
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