Cadáver de vela
La llama cava un abismo en la parafina
un boquete blando de luz consumida.
Desciende el fuego por un itinerario de pabilo
y es una pequeña garra azul dorada
que agoniza en el eje de un charco derretido.
Su último brillo gime
antes de apagarse para siempre en esa vela inutilizable
que debe parecerse tanto al alma después de los desamores.
Y uno cree que reemplaza las candelas
cuando en realidad el fuego nunca es el mismo
Mi corazón de cera bien lo sabe.
© Claudia Tejeda
Me encantó,Claudia querida
ResponderEliminarMe impactó porn su claridad, simpleza y originalidad.Muy logrado. Bravo!...
ResponderEliminarMarta
Te cortaron la luz amiga? ja ja...
ResponderEliminarAhora en serio, qué decir, cuando se habla de velas recuerdo a Kavafis, pienso en lo mucho que tiene que ver con el tiempo cuando se apaga, con nuestro corazón de cera, y esa sensación de final comparable con el alma después de los desamores. Pero que manera siempre original, sutil de decir Clau. Un abrazo
Lily Chavez
David Antonio Sorbille dijo...
ResponderEliminarQuerida Claudia: singularísimo poema. Un abrazo.
Qué comparación, niña, muy original; es tan grato sorprenderse con la lectura, te felicito, va un abrazo
ResponderEliminarBetty
Claudia
ResponderEliminarun poema que es una gran metáfora, la vida misma dibujada en cada imagen, el transcurrir por el tiempo hasta que el último brillo nos apague. Eduardo Chaves
Maravilloso simil en un poema que me super encantó. Gracias, Clau.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
Una bellísima omparacion ,dando forma y sentido a un bello poema
ResponderEliminarmaria elena tolosa
bella y delicada metáfora comparable con la propia vida. admiro muchísimo la dulzura y la sutileza de tu palabra. un abracito. susana zazzetti.
ResponderEliminarMaravilloso. Qué buena comparación.
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