INTERLUDIO
A veces, la llovizna y la noche se confunden en las horas del alba. Y la figura intrigante y
sometida de los árboles es una invitación de invierno.Paradoja unívoca, su desnudez nos
indica el estoicismo de sus dormidas ramas. No hay hojas secas ya, salvo las que se gastan
lentamente en las aceras y las que se pudren con la humedad gélida de un invierno que se
planta ante nosotros. ¿Y nosotros? Somos nada más que figuras arrachadas buscando la
calidez de una mano o un abrazo.
© Juan José Mestre
Juan, hermosa prosa, tu voz en un idilio continuo con la escritura. Felicitaciones!
ResponderEliminarLily Chavez
Bravo Juan. ¿Poesía moderna? ¿Prosa poética? Que los especialistas se encarguen de viviseccionarla. Nosotros, los lectores nos quedamos con la calidez de tus palabras. Gracias, Norma Segades-Manias
ResponderEliminarLas imágenes invernales y la presencia irremediable de la soledad llenan de frío al lector, que se abriga con la calidez con que el poema las transmite. Gracias. Un beso. Adriana Maggio
ResponderEliminarComo dice Normita, es una poesía para disfrutarse, para sentir esa melancolía invernal calandote el alma, pero con la esperanza de encontrar un rinconcito cálido.
ResponderEliminarArrachado queda el corazón luego de leer esta prosa petica. Gracias, Juan
ResponderEliminarUn abrazo,
Silvia Loustau
Bella prosa que llega a lo profundo del ser ,reminisencias de algo que pasa o pasó alguna vez , me gusta mucho
ResponderEliminarmaria elena tolosa