
ÍNCUBOS
Tu cuerpo,
ha sido
el cuerpo
que inventaran,
los pliegues
de las sábanas
y los rincones
de la sombra.
Tu rostro,
ha sido
el rostro
que la noche
colara,
por las ventanas
del sueño
y del cansancio.
Ficticia
presencia,
me desvela
en el lecho,
incubando
la fiebre
de la impaciencia.
© Walter Villareal
Un poema con un feliz destinatario, un especial momento y una inevitable espera
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Muy interesante, muy bueno ese juego con la mujer ficticia. Un abrazo.
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