” . . . el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol,
y se le permitió quemar a los hombres con fuego . . .”
Apocalipsis 16, 8
y se le permitió quemar a los hombres con fuego . . .”
Apocalipsis 16, 8
con solo extender el brazo
lograba el cambio
placentera se hacía la estancia
intramuros la frescura
el verano y su fuego
la dualidad era la forma
frías bocanadas contra chorros asfixiantes
como si un dragón
de siete cabezas
lo exhalara por sus fauces
y fue uno
y fueron muchos
incontables
arañada la capa azul
otro fuego se filtra
lastima las distintas formas
de vida
y también al planeta
© Moni Indivei de Vega
Moni, no hay fuego más puro pero a la vez más dañino que nuestro propio fuego, todo depende de la naturaleza que lo active, si es negativa o si es positiva. Un saludo.
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