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16/10/11

Poema de Marta Ortiz



Al final del día no quiero llorar

porque no puedo llorar siempre
como si yo fuese un cauce
que albergara un río

las lágrimas se van a secar,
no volvió a suceder el incendio de Cromagnon
y sus ciento noventa y tres muertos,
un tsunami no barrió otra aldea en un país exótico
ni alguien asesinó al guardián del edificio vecino
de trece puñaladas certeras.

Ni hoy ni ayer.

Nada pasó en las últimas dos o tres horas
que pueda hacerme llorar

más allá del vértigo aquel perdido
y el ocio y el cielo clavado de estrellas
en las noches quietas
cuando sola la casa
en el medio de la nada
alumbraba fantasmas.

© Marta Ortiz

6 comentarios:

  1. Querida Marta,
    sólo nos queda apretar los dientes y seguir caminando con Sísifo y la gran roca...
    Una sutil ironía se funde al sentimiento de impotencia, frente a un mundo cada vez más caótico y esquizofrenizante. Un poema alegato que hace reflexionar.Excelente.
    un gran abrazo

    Elisa Dejistani

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  2. Querida Marta: tu poema es una fuerza envolvente, un dolor existencial que nos involucra, y que termina con gran fuerza en esa "casa en el medio de la nada". El dolor del mundo se vuelve tasmbién dolor particular y llanto en este poema que "alumbra fantasmas".¡Excelente! Irene Marks

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  3. Bárbaro Marta
    la sucesión de imágenes y sentimientos, elegantemente enmaritados.
    Un beso
    susana rozas

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  4. Has plasmado el dolor que no se disuelve con el tiempo, un grito de verdad
    besos Myrtha

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  5. Estimada poeta: con trazos delicados y profundos vas ofreciendo al lector una manera singular de atravesar el sufrimiento. Las palabras tejen el poema y lo iluminan. Felicitaciones. Cariños. Horacio Laitano

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  6. Ningun tiempo puede borrar esas imágenes es necesario que las lagrimas broten sin otra razón que la vida nos arrastra a un abismo

    maria elena tolosa

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