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13/9/11

Poema de María Silvia Paschetta


Qué Metáfora

No puedo gritar
El final se parece tanto al silencio
Florencia Iglesias

De qué metáfora me hablás?
No te das cuenta
del hambre que camina por la calle
de los bultos de harapos entrediarios
cuando la noche avanza peatonal?
No mirás las esquinas de los chicos
la cañada de balde y secavidrios
y la mano extendida por las mesas
entristadas del bar?

Qué metáfora querés?
Qué limpia imagen
que disimule la roña de este mundo
y te permita enjugar alguna lágrima
de cuño intelectual

No me pidás metáforas
No tengo

Apenas tengo un mordiscón de rabia
las ganas de gritar tanta basura
del humano animal
No me pidás belleza para decir las llagas

El hombre se construye los infiernos
.......... impone el hambre
................... la miseria
................... la muerte
.......... asesina y mutila la belleza
.......... fabrica escombros
................... y montes de carroña
Después se sienta a comer sobre las ruinas
elogiando la paz

No me pidás metáforas
No puedo
El mundo tiene voces de alarido
Hoy no quiero cantar

© María Silvia Paschetta

5 comentarios:

  1. Bueno, Silvia, pues no cantes, pero continúa martillando con tus palabras que tanta falta hacen, porque dicen lo esencial, lo ineludible. Tu poema confirma las palabras del poeta que nos dijo que "...la poesía es un arma cargada de futuro..."

    José Manuel Solá
    [Puerto Rico]

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  2. MARIA SILVIA Sos grito en el desi-

    erto de la conciencia colectiva,

    que no quiere mirar debajo de man

    teles,ni de alfombras.No te preo-

    cupes POETA no hay metafora mas

    grande que la lagrima y el grito.

    y algun dia la risa y la belleza

    UN FUERTE ABRAZO angel.

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  3. eduardo.s.chaves@gmail.com17 de septiembre de 2011, 12:41

    María Silvia
    otra vez tu mirada descarnada sobre este mundo que nos toca vivir. Poemas que son dolorosos pero imprescindibles, los tuyos. Eduardo Chaves

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  4. Palabras contundentes y honda sensibilidad, tan necesarias para el desamparo de tantos.
    Va un abrazo
    Betty

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  5. Duele mucho.
    Pero existe.
    Brillante tu poema.
    Abrazo

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