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28/9/11

Poema de Luis Benítez



Cinco contrapuntos para Erasmo de Rotterdam

I.

Gira en el espacio esta pelota de crímenes,
Cruza tu inmenso cuerpo negro, Jack Frost,
En el centro del siglo XX el Minotauro:
Contra la peluda noche de Calibán
La constelación de Ariel recortada y solitaria
¿O en la noche de Ariel
el brillo aún de Calibán?
Solo entre tus holografías
Mudo y desnudo como una figura de tapiz
Escuchá Erasmo lo que dice para tus oídos de gobelino
El televisor, bestia parlante, sibila, dios hermafrodita de mi época:

“UN HOMBRE DE 1956

el perro desciende del lobo
y aun el hombre tiene del ángel
si no la espada un poco cada tanto
de brillo entre las sienes, un gran minuto
que compensa el plomo de diez años;
idéntico el hindú desnudo (que no es
el pensante payaso de sus imágenes,
sino el antiguo ario que habita el ramayana)
dice grave que al oro del tiempo
siguió el hierro, como el metal del día
se funde y se desangra en el hueco inevitable de la noche:
la alta luna que da al olvido.
veo girar la rueda: gira siempre
ya ha devorado a ovidio y a la liviana
caricia de lucano; suya y no del día
va siendo un poco más cada hora la gracias de tu albatros
tenebroso carlos clarividente. antes lo fue
la gaviota del viejo marinero.
el tiempo se alimenta de tiempo:
a mi alrededor todas las cosas dicen
que ahab cazará su ballena finalmente.
ya se inclina sobre sus libros aquella
que con ser apenas un Gran Recuerdo
era el Recuerdo. como su lector
ella tiene la cabeza blanca.”

Allí, en las sincronías, esto sin suceder
No detiene tu caballo en medio de la Aquitania,
Taciturno Erasmo, como la pluma sin pausa
Tampoco deja de apoyarse en la sacudida montura:
Pero Erasmo, ¿acaso vos, de la misma manera,
No hacés ningún caso de las ruinas romanas que salen al paisaje,
Como ellas desdeñaron a los profusos menhires de Bretaña
Surgiendo de sus cimientos?

Y sin embargo, ya no es fácil separar a los bárbaros de los helenos.

No me digás que la Gran Madre Biológica
Quiere raptar a su niña, porque eso es fácil
Y no digno de tu rictus permanente:
Allá en la meta Tomás no es todavía San Moro
Y ya tiene en la garganta una gran tiara roja:
El hombre es el único animal que muere por ética
Y ese es el más provechoso elogio de su locura,
Esto es cierto como todo lo que dice la radio;
Pero… ¿seguirán muriendo, Erasmo?
¿O volverán en acto, después de la palabra, a la Gran Madre,
que arrime el cuidadoso alimento,
el cuidadoso cultivo de los cuerpos donados,
el cuidadoso pensamiento, en fin,
para no lastimar ninguna de las delicadas partes mientras vivan?

Una vez más, ¿Ariel es la noche
O lo oscuro es Calibán?


© Lu
is Benítez

3 comentarios:

  1. Luis un placer seguir tu obra donde todo pareciese un volver a los anteriores donde los sucesos vuelven y todo es como una loca conjugación donde ella juega en los tiempos y todo lo es!
    un placer leer este sitio.
    lidiacc.

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  2. Bárbaro poema Luis, realmente muy bueno. Felicitaciones, un beso Alicia Cora.

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  3. David Antonio Sorbille dijo...
    Excelente poema, Luis. Un abrazo.

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