Poema de Antonio Macera

La loba bajo la luna

Bajaste encendida desde la luna,
entrando desnuda y con la piel entreabierta,
cuando la noche desató sus flores
y la oscuridad abrió sus puertas.

Qué palabras necesita tu oído
para que tu boca morada y el huracán de tu beso
busquen mi gruesa vocal masculina
y toquen mi alma y mis huesos.

Entonces, tu aullido rasga el silencio,
y hallo en tu boca la palabra voluptuosa,
la flor volátil de tu voz aleteando
y tus manos cerrándose temblorosas.

Así, tus dedos obligados a mi espalda
y tu respiración inhalando esta noche oscura.
Sé que en tu piel la luna quiere jugar a ser niña
deslizando en mí sus manos desnudas.

Abriendo la humedad de tus labios,
las invisibles golondrinas de tu dolor van huyendo,
la luz deshojando su pálidos pétalos claros,
y vacío mi sed en tu cadera, muriendo.

Busco tus cerrados pezones brillando.
Sé que eres tú, loba mía, mordiendo mi aliento,
volviendo a mi nombre, a mi carne,
donde te mueres y te alimento.

© Antonio Macera