16/9/11

Poema de Adriana Maggio


Cómo se vino la muerte…

Escribe del abismo,
de las alas marchitas
del poema.
Escribe del río seco,
de la boca seca
del volcán.
Y del desierto,
y su arena enceguecida de sed.
Escribe de la no presencia,
de la lengua endurecida
de la frase.
De la mano inmóvil
y la piel surcada de costumbres.

Lleva un árbol
clavado en la garganta.
Una montaña de hielo
enjaulada en sus costillas.
Una leona muerta
en sus espaldas.

© Adriana Maggio

16 comentarios:

Blogger Isabel ha dicho...

Admirable poema, Adriana. Esa "piel surcada por las costumbres" va más allá de las costumbres de los poetas. Da gusdo leer su dureza, una y mil veces.
Un abrazo
Isabel Llorca Bosco

16 de septiembre de 2011, 12:59  
Anonymous eduardo.s.chaves@gmail.com ha dicho...

Adriana
un poema duro en su concepto donde se instala una belleza sombría. No es fácil abordar ciertos temas y lograr un trabajo tan completo. Felicitaciones. Eduardo Chaves

16 de septiembre de 2011, 19:02  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Y pesa ese andar.

abrazos
Elisabet

16 de septiembre de 2011, 19:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
Un poema que conmueve!! Te felicito, Adriana. Un abrazo.

16 de septiembre de 2011, 23:14  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un poema muy concreto con mucha dureza y un cúmulo de belleza que atrapa

maria elena tolosa

17 de septiembre de 2011, 0:41  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La belleza y la fuerza de tu voz poética, en este poema de antología, Adriana.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

17 de septiembre de 2011, 1:06  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me gustó leerte. Me conmovió este poema.
Un abrazo
Alicia Borgogno

17 de septiembre de 2011, 10:44  
Anonymous Anónimo ha dicho...

sin duda un tema muy conmovedor y muy bien realizado
saludos
Anahí Duzevich Bezoz

17 de septiembre de 2011, 14:50  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Un gusto leerte.
Siempre.
un abrazo

17 de septiembre de 2011, 23:06  
Anonymous Anónimo ha dicho...

cuánto peso bien logrado. Me duele la espalda.
me encantó

un abrazo

claudia tejeda

18 de septiembre de 2011, 1:20  
Anonymous Ivna Szac ha dicho...

Adriana: excelente poema! Todos los que escribimos sentimos profundamente desde el dolor, de la no presencia, desde el volcán en erupción. Yo hace poco escribí algo parecido. El final es muy buenoooooo.Tiene mucha fuerza y Me encantó la frase "Lleva un árbol clavado en la garganta". besos

18 de septiembre de 2011, 19:59  
Blogger galáctica ha dicho...

Hola Adriana: Un magnífico poema, donde la muerte se describe en toda su grandiosidad, su majestuosa pérdida, desde la naturaleza muerta , los desiertos, los ríos secos, la piel surcada por las costumbres y esa "leona muerta en la espalda". Hay muchas lecuras para este poema, y cada una de ellas nos estremece y a la vez nos emociona. Es como un gran homenaje.La canción de los vencidos. Saludos poéticos Irene Marks

23 de septiembre de 2011, 19:19  
Blogger Adriana ha dicho...

Siempre me maravilla cómo se abre el poema y se resignifica con las distintas lecturas: el/la poeta descubre significados insospechados en lo que escribió. Irene Marks me fascinó con su interpretación: "la canción de los vencidos". Gracias a todos por sus comentarios, y, a Irene en particular, muchas gracias por enriquecer mi texto con su propia calidad poética. Un abrazo. Adriana Maggio

24 de septiembre de 2011, 11:48  
Blogger Tony ha dicho...

De ese árbol anclado en la garganta, han brotado las ramas de tus letras, convertidas en tremendas palabras plagadas de poesía. Gracias por la veehemencia y la fuerza que entrega este poema. Un abrazo. Antonio.

29 de septiembre de 2011, 10:37  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cara Adriana,
Una letra con la fuerza convocante del poeta, el espacio desierto en que se mueve, su sed de verdad, la magia que lo envuelve y lo más conmovedor: el estilo con que aborda sus imágenes para exorcizar a la muerte.Excelente trabajo, felicitaciones!
Un gran abrazo

Elisa Dejistani

29 de septiembre de 2011, 16:17  
Blogger Benjamin Mejias Caris. ha dicho...

Un inmenso poema para no olvidar.
Felicitaciones Adrania.

20 de noviembre de 2011, 21:10  

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