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16/8/11

Prosa de María Alicia Gómez de Balbuena


Mi ruego es… ¡PAZ!

Nervaduras vacías, y de hartazgo rendidas. Hoy la mano tendida es plañidera.
Mano del mundo. A la que acerco un sol de nueva vida.
Inerme, persigo aquél instante…
El instante que unieron los lamentos, en búsqueda insaciable de culpables.
PAZ…Tan venerada y tan ausente. Preciosa joya de mis vivos días.
Capacidad de dar, sin tener mucho. Momento muerto de mis musas frías
PAZ…Tan venerada y tan ausente. Juramento hipocrático y doliente.
Vulnerado el tejido. ¿A dónde ha ido cada paso perdido?
¿Quiénes son los que te alejan de tu sino?
¿Son acaso los cóndores que emigran, en vuelo de titanes perseguidos?
¿O es nuestro hermano mismo quien atesora el propio desatino?
¿Mi propio hermano con daga maloliente? ¡Déjenme que lo niegue una y mil veces!
¡Dejen que grite y el universo estalle! ¡Que los demonios callen!
Paciencia en la conciencia de SER NADA. Conciencia, en la paciencia de ser poco
PAZ. ¡Tan hostigada! Y tan ausente por aquella inconsciencia de ser lodo.
PAZ…Tan venerada y sólo en la palabra hoy vigente.
Por ESA PAZ, tan deseada y tan ausente. Por toda la impaciencia en el tenerte
Por ésta, mi conciencia de buscarte. Te invito a entrelazar las manos
Y a encontrar un lenguaje diferente. ¡A cambiar este grito desolado!
Te invito a SER aquello hoy rechazado. Que nos hable de lenguas compartidas.
De conductas buscadas. ¡De presente! Te ofrezco SER, aún desde la nada.
¡Y a estar juntos! Porque juntos construiremos EL SER TODO.
Te invito desde mi ingenuidad naciente: A ser huella. ¡A ser surco en aquel lodo!
A desplazar la oscuridad reinante. ¡A brillar! Aún sin sol resplandeciente.

Con tu cruz y mi cruz. Que es nuestra cruz… Porfía de una memoria incandescente.
¿Mi propio hermano hiriéndome de muerte? ¡Que los demonios callen!
Déjenme que lo niegue una y mil veces. ¡Y que mi grito estalle!
Por aquéllos que no están y son presente. Hoy te invito. ¡Te ruego hermano mío!
Por ESA PAZ tan herida y tan presente. A la vez tan ansiada y tan ausente.
¡De rodillas te ruego! Aún sin verte…Recíbeme en la angustia de hoy, latente.
Y nutre a mi esencia de ser luna, de la fuerza de ESTAR, aún a oscuras.
Esperanza de un mañana en rebeldía. Espejo de otra luz. De nueva vida.
En esa búsqueda camino con mis soles. Y desmayo por tu lejanía…
Camino ese destierro con mis sueños. ¡Y mi ruego agiganta las gargantas!
Por los vientres que abriste en las montañas. ¡Por la voz de los hielos del silencio!
Por las aguas heridas en tu ausencia. Por mis niños con hambre de mañana.
¡De rodillas te ruego hermano mío! Y me entrego, piel a piel, en la porfía.
Nervadura genial del nuevo mundo. Fénix de oro para mis cenizas.
Por la paz, tan hostigada y tan vigente. Por nuestra paz que ha sido tan herida
A la vez deseada y aún ausente… ¡Te imploro, bendito renacer del todo!
Nutre a mi esencia de ser luna. De la fuerza de ESTAR aún a oscuras.
Sabiendo que mañana, en la porfía, construiremos con tu sol, la nueva vida.

© María Alicia Gómez de Balbuena

1 comentario:

  1. Magnífico texto amiga mía.
    ...Y a estar juntos porque juntos construiremos el TODO. Esperanza de ser huella, espejo de otra luz, una nueva vida. Que asi sea.
    Maria Cristina FErvier

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