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3/8/11
Poema de Jorge Ariel Madrazo
UN gato muerto en raro albañal carece en apariencia de corazón (de ser) su ser . es ..........la gatedad el espejo del espejo de un gato igual a un poeta o gato vivo en tal diverso maullido o melodía
Contra todo mal augurio que pudieran vaticinarse por ignorancia, tu "gato negro" le llamaría, resulta un poema fuerte y me deja perplejo recordando a Baudelaire... "amigos de la ciencia y la voluptuosidad, ellos buscan el silencio y el horror de las tinieblas...". Saludo afectuoso Alfredo Lemon
¿Para qué sirve leer este poema de Jorge Ariel? Tal vez me ayude a percibir que no hay tanta diferencia entre estar uno vivo y ver que otro ya ha muerto, gato o poeta. La existencia como un límite que hay que superar porque nos supera, que ya estamos muertos siempre que estamos vivos y que nunca hubo ni habrá otra cosa. El optimismo no nos salva de morir, tal vez el pesimismo abra al menos la grieta de un poema desesperado, sin coseciones. Rubén Vedovaldi
Jariel Me parece ver tu abstracción en el crudo planteo de tu poema. Es como un cuadro con el esbozo de esa pincelada que detiene la imagen última de la vida. Susana Giraudo
Contra todo mal augurio que pudieran vaticinarse por ignorancia, tu "gato negro" le llamaría, resulta un poema fuerte y me deja perplejo recordando a Baudelaire... "amigos de la ciencia y la voluptuosidad, ellos buscan el silencio y el horror de las tinieblas...". Saludo afectuoso Alfredo Lemon
ResponderEliminarJorge
ResponderEliminaradmirado por este lenguaje y por tanto contenido. La "gatedad" del poema es una genialidad.
Eduardo Chaves
¿Para qué sirve leer este poema de Jorge Ariel? Tal vez me ayude a percibir que no hay tanta diferencia entre estar uno vivo y ver que otro ya ha muerto, gato o poeta. La existencia como un límite que hay que superar porque nos supera, que ya estamos muertos siempre que estamos vivos y que nunca hubo ni habrá otra cosa. El optimismo no nos salva de morir, tal vez el pesimismo abra al menos la grieta de un poema desesperado, sin coseciones. Rubén Vedovaldi
ResponderEliminarA ese gato no le sirvieron sus siete vidas, pero le pervive la poesía que su gatedad inspiró.
ResponderEliminarMe gusta tu estilo, Jorge, y disfruto mucho tus poemas, que me deslumbran con su negra lucidez (valga el oxímoron).
ResponderEliminarGracias, colegas-amigos, por hacerme pensar nuevos enfoques y gatedades de este gato negro y algo maligno... Jariel
ResponderEliminarDescubrir la presencia absoluta de la muerte como razón de vida.
ResponderEliminarGracias, maestro
Abrazo
Alicia Perrig
Jariel
ResponderEliminarMe parece ver tu abstracción en el crudo planteo de tu poema. Es como un cuadro con el esbozo de esa pincelada que detiene la imagen última de la vida.
Susana Giraudo
El gato es el Otro del gato...
ResponderEliminarabrazos Jorge Ariel