Bastante
Desalojada
de todo lo tenido
la hora es una dádiva
para la intuición del pulso.
Mendigo derroches de luz
............. al horizonte
esa gratuidad de estrellas
que alambra los imperios del azar
donde prescriben
.............. todos los horóscopos.
Y la fe que me queda en el bolsillo
es una moneda
................. con mi propia cara.
© Claudia Tejeda
impecable en su hermosura, claudia, y esa imagen final que puebla todos los senstidos.susana zazzetti.
ResponderEliminarEsa fe, Claudia. esa fe. Muy bueno.
ResponderEliminarBesossssssss
¡Qué bello canto de amor y de fe, Claudia!
ResponderEliminarAplausos, bises y besos
María Rosa León
Y leerte ya es iluminarnos. Una preciosidad amiga, te quiero mucho y ese querer está totalmente reforzado con mi admiración.
ResponderEliminarLily Chavez
Muy buen poema Claudia. Muy logrado, trasmite mucho. Saludo afectuoso Alfredo Lemon
ResponderEliminarQue bonito poema Clau, allì donde prescriben los horóscopos... allì estamos estamos solos con nuestra propia decisión de seguir. Un abrazo. Cris
ResponderEliminar"la hora es una dádiva/ para la intuición del pulso" y los versos finales!!! sin palabras Claudia, es precioso.
ResponderEliminarAbrazote,
Marcela
Espléndido final para esa fe: una moneda con el propio rostro, genial!!!! Un beso, María Chapp
ResponderEliminarEsa fe, Claudia, que a veces cuesta tanto y tanto sostener. Muy bello
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Perrig
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lo que uno nunca sabe es cuál es la otra cara
que pasaría si la moneda te da la espalda?
poema delicioso!!!!! gracias por compartirlo, no imaginas el placer que tengo al leerte
ResponderEliminarun beso enorme, francisco
David Antonio Sorbille dijo...
ResponderEliminarHermoso poema, Claudia. Un abrazo.