a Candelaria
en el revés de la noche
un duende sueña la risa
el reloj baila en la luna
sus minutos y segundos
van muy de prisa a buscarla
el tiempo salta en la lluvia
con gotitas de esmeralda
los sapitos apurados
con paraguas y botitas
y delantales muy verdes
cuentan cuentos
en esquinas con buzones
a la niña Candelaria
© alba estrella gutiérrez
Ese final de a la niña Candelaria sonó hermoso, como una flor depositada a los pies de un bello poema dedicado.
ResponderEliminarUn abrazo Alba
Lily Chavez
Ese final de a la niña Candelaria sonó hermoso, como una flor depositada a los pies de un bello poema dedicado.
ResponderEliminarUn abrazo Alba
Lily Chavez
Alba, no puedo dejar de ponderar tu talento como poeta: tanto desgranas este entrañable poema como ahondas en otro donde se balancea la muerte.
ResponderEliminarPreciosas imágenes que tintinean en una sinestesia perfecta le dan la calidez y dulzura apropiadas a este poema infantil.
¡Felicitaciones por la magia!
Clara
gracias
ResponderEliminarmi afecto en la palabra
y en el silencio
un abrazo
alba
Cuánta dulzura!
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
Mucha ternura en este poema.Abrazos
ResponderEliminarRosa Lía
Puede parecer reiterativo, pero adjetivos como dulzura, ternura, cálido y delicado describen con exactitud tu poema.
ResponderEliminarCuánta ternura, que no podía ser sino para una niña, tan tierna como tu poema. Y los sapitos ! El recuerdo de las ranitas y los sapitos me llevó a mi propia infancia... taaaan lejana ! Y tan femenina...
ResponderEliminarHermoso poema...
Celina