muchas veces pisamos
hojas muertas
como si nunca
hubieran tenido
vida.
como si nunca
nos hubieran
cobijado
de la lluvia
como si con su canto
no hubieran sido
rompientes del silencio
o no lloraran
como lloramos nosotros.
sin murallas ni filtros.
© Susana Zazzetti

Belleza y maravilla...
ResponderEliminarAlto oficio Susana.
Te abrazo grande!
Es cierto. A veces da cosa pisar las hojas amarillas, porque ellas fueron, en algún momento, nuestra sombra y nuestra paz. Bello poema Susana.
ResponderEliminarUn abrazo grande,
Alicia Márquez
Gracias por compartir estas letras tan hermosas Bello poema Saludos desde San Miguel de Tucumán
ResponderEliminarBello, Susy! Abrazo. Fabiana León
ResponderEliminarBello y dramático poema, Susana, sobre la imposibilidad humana de comprender e identificarnos con la naturaleza.
ResponderEliminar