Un rayo ilumina
intermitente
el horizonte.
Una liebre encandilada
por la luz de un auto
muere
atropellada.
Una liebre iluminada
por la luz del sol
llega a su casa.
Qué luz es mejor
no es la pregunta.
Qué luz es mejor
no es la respuesta.
Hay que ser la liebre
y no morir.
© Luciana A. Mellado
Ohhh qué maravilloso poema.. ese paralelismo suena muy fuerte. Quiero ser libre y no morir. ☺️
ResponderEliminarBelleza absoluta! Gracias preciosa poeta, Maestra querida por llegar al blog!
ResponderEliminarme encantooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
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