La palabra no dicha
la que huyó temerosa o la que desacató el mandato también
está guardada junto a la risa y la locura lejos del que todo lo sabe
entonces
lo que sentimos
lo que va o viene
lo ocultamos bajo la sombra fresca de la infancia y de los
tamariscos
la enterramos en los médanos
con tu mano aferrada a la mía
y el dolor poseyéndonos.
© Ernestina Elorriaga
bajo la sombra fresca de la infancia y los tamarindos...
ResponderEliminarBelleza intacta...Gracias Tina!
Gracias Alfredo!
EliminarBAJO LA DOMBRA FRESCA DE LA INFAN CIA, bellisimo!!! Cristina Noguera
ResponderEliminarHermosa porta Tina
ResponderEliminarLa palabra no dicha a buen resguardo en tu poema Tina. Gracias
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