Finjo creer en primaveras invencibles.
Pero duelen los huesos, las vísceras, la médula.
Las imprecisas paredes de la nostalgia, manchadas.
Escapan de los anzuelos y las redes los peces plateados
de la felicidad
(ya saben cómo y por qué)
no pueden con las piernas flaquitas de la patria.
Las heridas que dejaron de sangrar en las vendas de la
memoria
habitada y deshabitada
donde alguna vez el poema me hablaba de otras cosas.
© Elena Garritani

Me gustó Elena! La poesía habla.
ResponderEliminarLily Chavez
Gracias Lily
EliminarMuy buen poema Elena.
ResponderEliminarAna Romano.
Gracias Ana Romano
Eliminarcategórico. vuenísimo. susana zazzetti.
ResponderEliminarFinjo creer en primaveras invencible. Bello
ResponderEliminarMe gustó tu poesía. Cristina Noguera
ResponderEliminarQué bueno. Abrazote.
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ResponderEliminarQué bueno. Abrazote.
Excelente poema Elena Garritani!!! Buenas imágenes y muy sintonizado con la vida toda!!!
ResponderEliminarHermoso. Ojalá el poema vuelva a hablarnos de otras cosas. Un abrazo.
ResponderEliminarCarolina Bugnone
Me gustó, sentí como un abordaje de la lucha interna entre la esperanza y la realidad del dolor. Griselda Rulfo.
ResponderEliminarLa idea del poema hablando de múltiples cosas es una certeza que me acompaña desde siempre, muchas gracias por eso. Hermoso poema
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