AFFAIRE
En medio del verano
le cambia la luz al chofer
y frenamos soltando
un resoplido mecánico.
Frente a la ventanilla abierta
me seduce un joven ejemplar
de jacarandá. Sonríe
con castañuelas
en la espléndida rama.
Podría estirar la mano
para tocarla…
Verde.
El coche arranca
despojándome
de la rama y del viento
que ahora es un tórrido
aliento de bocacalle.
© Diego E. Suárez
Qué bonitos! Tu poema y ese jacarandá perfumado. Abrazo, poeta.
ResponderEliminarOh, veo ese jacarandá, qué bonito!
ResponderEliminarPrecioso momento en el caos urbano. Graciela Barbero
ResponderEliminarHermoso ese recorrido del poema!!
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