La mujer intangible
Estabas y no estabas,
jugabas a las escondidas con tu propia historia
para no encontrarte, aunque contaras hasta diez.
Soñabas con ser invisible
o tan visible como la carta de Poe
que en definitiva es lo mismo.
Te sentabas a la mesa de un bar
en la vereda de avenida Alem, no tanto para tomar café
como para narcotizarte de azahares,
hasta que alguien te saludaba
y temerosa volvías a evanescerte.
Por eso no estás en las fotografías,
desaparecías antes del clic y de la palabra whisky.
Eras una bravuconada de sol
sofocada por una manifestación de nubes,
la película que termina antes del final,
la mano que se esconde sin arrojar la piedra.
© Rogelio Ramos Signes
Bienvenido Rogelio a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos/as. Abz, Gus.
ResponderEliminarBienvenido Rogelio. Buena tu poesía!
ResponderEliminarTe escribió H. G. Ghidini
ResponderEliminarBienvenido Rogelio. Bello poema para releer, transmite y hace pensar. Felicitaciones. Saludos cordiales
ResponderEliminarCristian Jesús Gentile
Bienvenido Rogelio.
ResponderEliminarUn buen poema para compartir.
Ana Romano.
Mujer intangible, pero poema poderoso. Bienvenido!
ResponderEliminarBIRNVENIDO ROGELIO CON ESTE CONTENIDO IMPACTANTE COMO TODO LO TUYO. SUSANA ZAZZETTI
ResponderEliminarBienvenido Rogelio. Saludo desde Córdoba
ResponderEliminarHermoso poema!!
ResponderEliminarBienvenido.
Poema realmente interesante con lenguaje coloquial al servicio de sugestivas imágenes.
ResponderEliminarHola Rogelio, qué lindo encontrarte aquí y con poema hermoso!
ResponderEliminarBienvenido Rogelio! Hermoso poema!
ResponderEliminarBienvenido Rogelio. Un poema que sorprende. Muy bello. Bea Belfiore
ResponderEliminar