Vi pasar la barca de Caronte por la alcantarilla.
Tras de ella iba yo buscando el óbolo,
una moneda entre las aguas para mi viaje de los muertos.
Pero la vida, ah, la vida.
Con la misma precisión de las fatalidades
abajo se refleja un cielo líquido.
Los días precipitan. En lo alto
una moneda brilla, resplandece.
© Raquel Jaduszliwer
Tu poesía brilla y resplandece Raquel.
ResponderEliminar"Una vez más/nada sabrá de todo aquello/la noche cuando caiga"
Abrazo grande
"Una moneda entre las aguas para mi viaje entre los muertos". Qué intensidad, qué profudo, cuánto todavía que resta por decir..
ResponderEliminarEsa moneda que resplandece...
ResponderEliminarLogradísimo poema.
Cristian Jesús Gentile
Hermoso, Raquel! Gracias. Fabiana León
ResponderEliminarRaquel, me gustó tu poema. Linda reflexión sobre la vida!!! Cristina Noguera
ResponderEliminarResplandece tu poesía. Besos
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