Un hilo de leche
corta tu mejilla y
muere contra el suelo.
Hay apetitos que no
podemos colmar.
En tus ojos veo suceder
imágenes de batallas,
un imperio perenne,
un joven
rebosante de lujuria
y brillando al fondo
de tu mirada infantil
mis ojos de loba romana,
mis pechos: este mito
fundacional.
© Eliana Amschlinger
Hermoso
ResponderEliminarGran poema, felicitaciones!
ResponderEliminarMuy bello!! Bea Belfiore
ResponderEliminarAy, no, qué lindo! Me encantó
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