Hacer el amor en otra tierra. Bendecir los cuerpos bajo una
luna plateada, estrellas fugaces, nubes negras.
Otra tierra como colchón, aun con bichos extraños, grillos,
escarabajos. Y hojas secas crujiendo como si también gritaran su orgasmo.
Que el amor se haga en la selva o en la montaña. En la
playa.
Despiertos los cuerpos, deshabitados y vueltos a habitar.
Calientes. Nuevos.
Los cuerpos del amor siempre son otros.
© Celina Feuerstein
Bravo! La celebración del deseo en las líneas y la intención de tu poema. Bendiciones!
ResponderEliminarAlfredo gracias 💕
EliminarLos cuerpos, el deseo y el amor!! Muy bueno!
ResponderEliminarGracias! 🙂
ResponderEliminarDijo alguna vez Cecilia “La poesía es respiración", y me conquistó. Hermoso poema
ResponderEliminarMarcelo 🩷
EliminarHermoso. Fabiana León
ResponderEliminarGraciass!!!
EliminarPrecioso! Esa imagen del crujir como un orgasmo. Tremendamente linda!
ResponderEliminarAnalía, gracias!!
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