BAJO LA SOMBRA DE LA PARRA
Alguna vez fuimos
cuatro hermanos
en una casa grande
y un patio de mosaicos
con techos de parras
sarmientos que sostenían la vida.
Sus sombras acogían
nuestros juegos de niños
el tejo la
piola la pelota
las fiestas familiares
los cuentos de la abuela
el tiempo de la cosecha
y la pícara competencia
llenando los baldes con uvas
la fiesta del agua
en tiempos de carnaval
al ritmo de las risas.
Por suerte hubo una vez
hermanos
porque nunca más
me animé tener
entre mis manos
un racimo de uvas.
Por suerte hubo una vez
hermanos
porque muy pronto y sin previo aviso
empezaron a llegar las cartas.
© Graciela Ballesteros
Hermoso. Gracias, Irene.
ResponderEliminarGracias por tu lectura. Abrazo Irene.
Eliminarpor suerte hay una poeta que emociona con el ayer, su patio, sus hermanos. muy bello. susaba zazzetti
ResponderEliminarPincelando de nostalgia la belleza delicada en tu decir querida Graciela.
ResponderEliminarAbrazo grande!
Hermoso y emotivo poema! Amalia M Abaria
ResponderEliminarHermoso. Conmovedor.
ResponderEliminarCuán nostálgico y bello!!!
ResponderEliminarStella Maris Soria
Muy hermoso, Gra
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