¿Soy yo esta tarde en las pruebas del vivir? Veo al cuerpo
gastado de los sueños, todas las verdades ante mí; la poca sustancia entre los
dedos de quien devora la segunda piel por inanición. En la palma de mi mano
releo: el aire es de vidrio y está a punto de quebrarse. Tarde. Yo. A
destiempo. Es la hora del sumario en las noches con urgencia. No hay que
dejarse atrapar. No dejes las manos sin pedir, te digo.
© Karina Lerman
No dejar nunca las manos sin pedir♾️
ResponderEliminarKarina, dices con tu boca lo que en este momento siente mi alma. Seguire el consejo del poeta. Gracias.
ResponderEliminarQué belleza, Kari querida!
ResponderEliminarsublime
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