La guerra
El monte.
El cielo.
Los brazos caídos.
La noche abierta es una boca sin lengua.
Dejan de sonar los pasos.
Aquí es donde viven los que mueren.
Alguien se detuvo a contemplar,
otro contará la historia.
La guerra y sus diez mil cabezas.
El monte.
La boca.
Los pasos.
Los brazos en la tierra.
Los cuerpos de nadie.
© Silvia Rodríguez Ares
Profundo.La fatalidad de lo real.susana zazzetti.
ResponderEliminarAbrazo, Silvia. Catalina Boccardo
ResponderEliminarEs tan así de cruel que es poema
ResponderEliminarSiempre cercana. Siempre dolorosa...
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