LEVITA
Hay un yo que se
queda
suspendido
mientras otro se
escapa
en la búsqueda perpetua
de
reencontrarme.
He creído en muchas fantasías
descreídas por mi mente
que no
eran,
queriendo confundirme
cada vez.
Hay un yo, solo, único
al que sólo he querido
y me
habita,
un yo que sólo levita a veces
para mirarme desde arriba
para que pueda verme
sin
sombras
sumergida, y sin ahogarme
sonreírle, a mí.
© María Gabriela Micolaucich
Muchas gracias Gustavo por tu generosidad, siempre difundiendo con el corazón ❤️
ResponderEliminarAgradecida por la publicación Gustavo Tisocco, que la vida te sonría, beso grande! Maria Gabriela Micolaucich
ResponderEliminarTus palabras logran comunicar el efecto de esa meditación profunda, acceder a ese testigo que nos escruta y que también nos conforma. Maravilloso!
ResponderEliminarIntenso, bello. Gracias, Irene.
ResponderEliminarBello intento de develar ese misterio que somos para nosotros mismos. Pauli
ResponderEliminarPrecioso
ResponderEliminarPrecioso....(gustavo quintana)
ResponderEliminarHermosamente dicho...me gustó mucho el modo de decir, de sugerir, de abrir la lámpara para iluminar.
ResponderEliminarFelicitaciones María Gabriela y gracias por compartir tus poemas.
Cristian Jesús Gentile