El Grito
Hemos visto noches de miradas eternas.
Los crucifijos esperan el reencuentro con sus dioses.
Mañana es posible.
Las ciénagas han muerto de frío a la intemperie.
Ahora, tus ojos no vacilan en el llano.
Las comadres enlutecen de rubor
cuando el grito quiebra nuestros huesos.
Respirar en la brasa es comenzar de nuevo
la vigilia del beso demorado.
© Luis Raúl Calvo
Bello poema..hermosas imágenes..chapeau❤️🦋
ResponderEliminarMuchas gracias Graciela, un abrazo, Luis Raúl Calvo.
EliminarMuchas gracias Graciela, un abrazo, Luis Raúl Calvo.
ResponderEliminarMuchas gracias Gustavo por tu generosidad, un abrazo, Luis Raúl Calvo.
ResponderEliminarprecioso texto, con unas imagenes delicadas y profundas Gladys Cepeda
ResponderEliminarHermoso, Luis!
ResponderEliminarMuy bello! Gracias! Abrazos litorales!
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