Micrófono abierto II
A Inés Manzano
Derrama, madre,
tu luz sobre nosotros
pues hemos olvidado
tus palabras,
como semillas que no prosperarán.
¿De qué estabas hablando?
Nunca supimos que nos calcinarías
con nuestro propio fuego:
vinimos para oírte
y la ponzoña de los días
confunde tu voz con hachas, con hechizos.
Ya no sonrías: amar te facilita asesinarnos.
Te ofrendamos
mínimas excrecencias sordas,
ingenuos modos de persistir en ti.
Regrésanos mañana
a las vitrinas polvorientas del olvido,
distribuye al azar
nuestros retratos por las calles, preguntando:
"¿Ha visto usted este rostro?"
© Gerardo Lewin
Maravilloso homenaje. Bravo Gerardo. Gracias!
ResponderEliminarUn homenaje a la Inés Manzano, qué lindo, gracias, Catalina Boccardo
ResponderEliminar<3
EliminarMaravilloso
ResponderEliminarBuen poema y homenaje. Gracias, querido Gerardo Lewin. Elena S. Eyheremendy
ResponderEliminargracias, E!!
EliminarBello
ResponderEliminarMerecido homenaje. Siveau
ResponderEliminarbello, poderoso poema, gracias Gerardo.
ResponderEliminarGracias a vos, Dolores!
EliminarCuánto dice este poema en sus imágenes, bellísimo!
ResponderEliminarMuy bello
ResponderEliminarMe gustó. Excelente homenaje!!! Cristina Noguera
ResponderEliminarHermoso homenaje. Bea Belfiore
ResponderEliminarMuy bueno
ResponderEliminarMatías López
Maravilloso homenaje
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