El subte es uno de los lugares menos amables que existen.
Pasan sombras apuradas con las tarjetas Sube en ristre,
como armas mortales. Sin mirar. Apuradas.
Y de repente, Lucy en el cielo con diamantes.
Y todo se ralenta, y hasta aparecen sonrisas,
El guitarrista con un leve movimiento de cabeza
agradece el dinero.
Mientras tanto, Lucy en el cielo con diamantes
brilla en la estación Congreso del subte D.
Súbitamente todos somos buenos,
gentiles, amables, nos miramos a los ojos,
podríamos viajar hasta Saturno
con Lucy en el cielo con diamantes.
Después subimos al vagón.
Pero no, subimos al vagón y nos eyectan a un no lugar.
Fue lindo mientras duró. Como el amor.
© Alicia Márquez
Como siempre tu poesía sorprende, nos toca y nos lleva de viaje. Gracias Alicia. Nora Quiroga
ResponderEliminarhermoso! y ácido y real! todos los matices para retratarnos... Gracias Alicia!
ResponderEliminarAlicia querida, como siempre tu poemas de situaciones cotidianas me sorprenden por su lenguaje , con esa sutileza que subyace en cada escena. Bravo!!
ResponderEliminarGracias por todos los generosos comentarios!
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