Retrato inconcluso en la memoria
a Néstor Mux
Lo que me queda de vos
no alcanza
a dibujar
un pálido identikit,
apenas una luz sombría y el regusto
amargo
de lo incompleto,
lo que no llega a ser
y por eso perturba.
No sé si estás aún
en este mundo,
o te fuiste,
en la guerra impiadosa
de nuestra pálida prehistoria,
sé que estuviste allí
donde ardía una pasión
muy joven,
al borde de una foto
envejecida
de donde te han borrado,
o te he borrado yo,
patético agente
de un poder invisible,
como si fueses un peligro
para alguien
que ha sobrevivido,
como yo,
y debe algunos pagos
no solo al destino.
Ambiguo rostro
de quien, frente al arribo
al puerto
de las maravillas
que esta vida aún sostiene,
persiste en popa,
disimuladamente,
como un testigo
silencioso,
pertinaz,
indestructible,
de la estela que va
quedando
atrás.
© Carlos Aprea
Muy bueno y sentido tu homenaje Carlos. "El poema es un pájaro desdichado y luminoso..." Saludo desde Córdoba, Alfredo lemon
ResponderEliminarMe emociono mucho tu poema, sobre todo los últimos versos.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
Gran poema, Carlos..
ResponderEliminarFuerte poema, homenaje al que ya no está que a la vez interpela al sobreviviente, 'nos' interpela. Muy bueno, Carlos! Abrazo, Marta Ortiz
ResponderEliminarMuchas gracias Gustavo por tu enorme generosidad y muchas gracias a todos quienes han leído y comentado el poema. Parafraseando al enorme poeta Roberto Juarroz, siento que "una red de lecturas mantiene unido al mundo".
ResponderEliminarEstos versos emocionan. Cristina Noguera
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