Páginas

12/6/20

Natalia Leiderman recuerda a Amelia Biagioni


  

Oh tenebrosa fulgurante.

Oh tenebrosa fulgurante, impía
que reinas entre cábala y quimera,
oh dura poesía
que hiciste mi imprevista calavera.

Por qué me diste huesos
si yo era, entre lenguas, “la que nombra
muriendo transparente”, y entre besos
“llovizna” desde el beso hasta la sombra.

Si yo era la pálida costumbre
de cruzar el otoño trashumante,
mientras tú suavemente, ave de lumbre,
alta volabas y constante.

Por qué bajaste oscura. Mis despojos
creas, desencadenas mi esqueleto.
Devoraste mis párpados, mis ojos,
mi corazón secreto.

Oh sacrílega maga que ceñiste
la gracia en hambre, alazo, pico y garra,
por qué en tu salamandra convertiste
a mi tristísima cigarra.

Por qué. Pero me ofrezco y apaciento
mis huesos, y mi cara se acostumbra
a ser tan sólo profecía y viento.
Come, cuerva. Y relumbra.

© Amelia Biagioni
(Poeta argentina, 1916-2000)



mientras él toca el piano
yo me depilo
yo voy a un lugar donde me cobran
por arrancarme los pelos
para que cuando él apoye sus manos
su boca
el tacto sea suave
benévolo

sin embargo, parece que
le dan igual los pelos
o su bendita ausencia

yo estoy casi siempre
confundida
él es un
iluminado.

© Natalia Leiderman

4 comentarios:

  1. Gracias por traer a tan querida autora! Felicitaciones por tu poesía

    ResponderEliminar
  2. GRACIAS NATALIA POR TU HERMOSO POEMA y por el POEMA DE AMELIA BIAGGIONI, A QUIEN SIEMPRE ADMIRÉ Y AMO.
    ABRAZO GRANDE. CECILIA GLANZMANN

    ResponderEliminar
  3. No conocía este hermoso poema de Biaggioni ❤️ Gracias! Celina

    ResponderEliminar
  4. Muy buenas las dos!!
    gracias
    sofi lenski- rosario. santa fe

    ResponderEliminar