Poema de Bibi Albert
NUEVE
PALABRAS Y MEDIA
Hay una
palabra
de la que
nunca me despojaré: amor.
Ésa no me
la saco.
Total, no
tapa nada, más bien
todo lo
contrario: exalta, magnifica.
Lo demás,
aquí va, mientras se oye
la
consabida musiquita ratonera.
A
propósito, para este acto,
me abrigué
de diccionario
como para
los cementerios de Alejandría.
Revoleo
primero la palabra garganta:
me queda
sólo el grito en sangre viva.
Desprendo
los botones del término mentira:
¡hace tanto
que no quiero usarlo!
El conjuntito
miedo, que me combina tan bien
con
amenaza, con venganza,
con
incertidumbre y avestruz,
vuela hacia
quien quiera probar cómo le queda.
Le toca el
turno a vida:
ésa es para
Cáritas, ¡la tengo tan gastada!
Y qué hacer
con poema, que es mi prenda fetiche.
La dejo
caer, la lanzo con el pie descalzo,
se estampa
en la mirada del que nada entiende.
Bueno, ya
está, el alma toda al aire
y con piel
de gallina, pero no por frío
sino por el
dichoso sentido del ridículo.
Me las saco
también:
la palabra
sentido, la palabra ridículo.
Ésta soy.
Esta ausencia de palabras
desnuda de palabras.
© Bibi Albert
2 comentarios:
Ah, si se pudiera...
¡Qué buenas imágenes, Bibi!
Ninguna ausencia. Están todas, bellísimas, en tu poema.
Abrazo grande.
Alicia Márquez
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